Hoy las olas estrepitosas chocan unas con otras.
¿Cuándo pasó?
¿Cuándo dejaron tus ojos de mirar directo a los míos?
Quizá al pedir un poco más de lo que era ya sólo reserva.
O, cuando descubriste en su piel nuevos secretos y aventuras…
Deja que se calme la marea que ahora hay tormenta.
Deja que el oleaje sea suave marea
que arrulle la mente inquieta,
que meza los temores
y lleve en su cadencia tus sueños más poderosos.
Que un velo de agua salada envuelva tu cuerpo
y te sumerja en un nado de olvido.
Que el mar saboree tu pena,
llevándola consigo a lo profundo de su azul.
Enterrando allí recuerdos e historias
de un pasado que es ahora imaginario.
El mar sabrá curarte
y con su sal cicatrizará la herida.
Cuando salgas bañada de mar,
el sol destellará las pequeñas gotas en tu piel.
Regresará el brillo a tus ojos,
y toda la luz del universo a tu rostro.